Hay algunos que dicen que se puede conquistar a una mujer con una delicada caja llena de chocolates. Otros, un tanto más románticos, aseguran que dedicarle una canción específica a la dama de sus sueños asegura el objetivo. Y todavía hay los románticos, chapados a la antigua, quienes declaran sus ilusiones, desvelos y deseos obsequiando a la dueña de su vida un elegante ramo de flores.
Yo, aún hoy, a mis treinta y siete años, no sé cuál de todos los métodos y formas de conquistar a una mujer sea el más efectivo, mas sí tengo claro que, dependiendo de la circunstancia y los gustos de cada dama, un ramo de flores puede regalarnos el favor de una dulce mirada.