En 1990 la televisora mexicana Televisa, bajo la producción de Luis de Llano, sacude el horario estelar de su franja de telenovelas presentando la novela juvenil Alcanzar una Estrella, que protagonizaran los ex Timbiriche Mariana Garza y Eduardo Capetillo, en la que Capetillo hace el papel de un cantante y actor famoso y Garza el de una fan que se muere por éste.
En esa telenovela hace una aparición corta un compositor guatemalteco, alto, delgado, de pelo largo y guitarra en mano, una especie de gitano urbano, que luego de haber recorrido casi toda Sur América decide apostar por su carrera como cantautor en México, y se encuentra con la propuesta de actuar en la novela. Aceptó el papel, y a decir por él mismo lo hizo fatal. Una canción de éste formó parte del disco promocional de la novela: La mujer que no soñé, interpretada por Capetillo.
Hasta aquí lo que puedo decir de la telenovela. Nunca he sido muy aficionado a ese formato de entretenimiento de la televisión.
En 1992 Televisa vuelve a apostar por los protagonistas de la telenovela, pero ahora para filmar una película titulada Más que alcanzar una estrella, en la que Eduardo Capetillo es un mecánico que en sus ratos libres toca y canta con un grupo de amigos que se hacen llamar Lalo y sus Mecánicos.
En esta película aparece la canción Más que alcanzar una estrella, compuesta por aquél gitano urbano, que ya había ganado terreno en el mercado mexicano, y que de hecho había lanzado su primer disco con la disquera Sony Music Latinoamérica, el cuarto de su carrera, bajo el nombre de Animal Nocturno. Así comenzó la carrera internacional, más allá de Centro América, de uno de los mejores compositores de esta época, Ricardo Arjona.
El 19 de enero de 1964 nace en la población de Jocotenango, Sacatepéquez, Guatemala, a unos pocos minutos de la emblemática Antigua Guatemala, Edgar Ricardo Arjona Morales, el menor de los tres hijos del matrimonio Arjona Morales.
Su niñez y adolescencia transcurren con la normalidad de cualquiera de los chicos de su entorno, ya en la ciudad de Guatemala, a donde su familia se había trasladado cuando Ricardo tenía tres años.
Estudió y se graduó de Maestro de Enseñanza Primaria en la Escuela Normal para Varones e inició estudios que nunca logró concluir en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Fue jugador de basketball en el equipo Leones de Marte, al que muchos guatemaltecos le han contado pertenecieron también en la misma época. Según el mismo Arjona ya perdió la cuenta de eso, pero estima que al menos han sido cuatro mil los que aseguran haber sido compañeros suyos de equipo.
Cuando en 1985 comienzan a sonar en la radio guatemalteca las canciones del disco Déjame decir que te amo, pocos podrían haber apostado que ese joven del pelo enmarañado se convertiría años después en uno de los artistas más cotizados de esta época. Luego del éxito nacional de su primer producción lanza en 1988 Jesús verbo no sustantivo, con el que logra no sólo cautivar a los guatemaltecos sino al resto de centroamericanos. En 1991 aparece en el mercado el álbum Del otro lado del sol, en el que se incluye temas como: Piel de consumo, Te conozco (en su versión original) Aquí estoy y La mujer que no soñé, entre otras.
Del otro lado del sol ha pasado a la historia como el disco menos conocido de Arjona, tanto así que quienes llegaron a tenerlo en cassette o LP en su edición original podrían contarse con los dedos de la mano. Yo me hice de él, en cassete, en 1994, lo compré en la ya desaparecida Discos Ayarza ubicada en el Pasaje Rubio del Portal del Comercio de la ciudad de Guatemala. Como nota curiosa y casi irónica sobre esta producción debe decirse que aunque no logró venderse masivamente como ha sucedido con el resto de la discografía de Arjona, ésta contiene canciones que han tenido mucho éxito como: Te conozco, Libre y Del otro lado del sol, que aparecieron en Historias, Aquí estoy y La calle 33 incluidas en Arjona Vivo, Qué voy a hacer conmigo, en Poquita ropa, y La mujer que no soñé, en Quién dijo ayer.
Ahora dejo para ustedes La mujer que no soñé, cantada por el propio Arjona en su versión original, y como un anticipo de regalo navideño les dejo también la versión interpretada por Eduardo Capetillo. Que las disfruten.
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