Mi ánimo inicial disparó los dedos hacia el botón que me llevó a la siguiente emisora, de un corte más tranquilo (baladas de los 70s y 80s en español), que tampoco entraban del todo en mi ansioso deseo por escuchar algo fresco, más entretenido.
Una nueva emisora reproducía canciones de corte juvenil, algo más apropiado para escuchar una mañana de sábado en la que, no teniendo mejor cosa que hacer, ni ánimo para inventar, me encontraba solo en casa, preso de mi mismo, cambiando una tras otra las emisoras en el dial.
El locutor de turno había faltado esa mañana. El operador de la emisora cumplía el suyo poniendo canciones, una tras otra, con pequeños cortes comerciales cada tres o cuatro canciones. Luego de un corte comercial, el cintillo de identificación de la emisora se superpuso al inicio de la siguiente canción. El sonido de una guitarra electroacústica se dejaba colar entre las pequeñas pausas de la voz del cintillo.
Una voz joven, de mujer, desconocida, comenzó a cantar. No me gustó mucho su sonido al principio, pero la letra de la canción me atrapó a la primera. Hablaba de algunos rituales sociales contemporáneos, desde la perspectiva de una adolescente, que me resultaba divertida e ingeniosa a la vez. La canción terminó y en seguida otra comenzó a sonar. Aunque me había gustado, a diferencia de otras ocasiones en las que se despertaba mi curiosidad, no me di a la tarea de averiguar ni el nombre de la canción ni de la intérprete.
Unas semanas más tarde volví a escucharla, y me resultó tan divertida como la primera vez, sin que ello motivara mi curiosidad más que la ocasión anterior. La chispa se prendió cuando escuché por tercera vez la canción, pero en esa oportunidad me hallaba frente al televisor y fueron las imágenes del video clip las que llamaron poderosamente mi atención, al ver a una chica, de camiseta roja y jeans azules, guitarra en mano, cantando al frente de un trío de bailarinas y coristas a la vez, las tres con vestidos de quinceañeras.
Al finalizar el video aparecieron los consabidos identificadores, en los que se leía:
Natalia Lafourcade¡Interesante! me dije. Estaba haciendo falta alguien con esa actitud, y más aún siendo mujer.
En el 2000
México
Mi sorpresa y emoción fueron mayores cuando, a continuación de ese video, dio comienzo otro de la misma intérprete: “Busca un problema”, una letra irónica y rebelde que me ofreció una perspectiva interesante sobre esta joven cantante.
Por un programa radial, un conteo de las más solicitadas en la semana, me enteré que Natalia tenía poco tiempo de carrera y que estaba promocionando su primer disco, titulado con su nombre “Natalia Lafourcade”.
Biografía de Natalia Lafourcade
María Natalia Lafourcade nació en Coatepec, Veracruz, México, el 26 de febrero de 1984, hija de dos músicos (su padre, catedrático universitario y clavecinista, y su madre, pianista y profesora de música).
Su niñez transcurrió en su ciudad natal, cerca del mundo cultural de Jalapa, Veracruz. Desde pequeña demostró tener aptitudes e intereses musicales. Imitaba a diversos cantantes, con lo que entretenía a amigos y familiares. Durante esos primeros años comienza estudios de pintura, baile, teatro, piano, flauta, saxofón, guitarra y canto.
Poco tiempo después se traslada, junto a su madre, a la Ciudad de México, donde logra, por méritos propios (su brillante talento), formar parte de un grupo pop, juvenil, llamado Twist, cuando contaba con catorce años, 1998. Como ella misma ha referido en algunas ocasiones, se separó del grupo porque constantemente tenían que hacer playback, hecho que no le gustaba.
Al separarse de Twist, Natalia conversó con el productor musical Louis Ceroni acerca de trabajar ella como solista. Ceroni escuchó las grabaciones de prueba que le entregó Lafourcade y decidió coproducir, junto a Áureo Baqueiro, su primer disco, grabado en México e Italia. El álbum salió al mercado en junio de 2002 bajo el título Natalia Lafourcade, del que fueron promocionadas: Busca un problema, En el 2000, Te quiero dar y Mírame, mírate.
Desde esta producción musical Natalia mostró su polifacética capacidad artística, incluyendo en el mismo álbum canciones con ritmos tan diversos como pop, bossa nova, rock, dance y fusiones entre éstos y otros ritmos, lo que le permitió abrirse espacio en el mercado hispanoamericano y ganarse un espacio importante en el mercado japonés, para el que ha realizado desde ese momento a la fecha tres giras.
La gira promocional de ese primer disco concluyó con un concierto en el Teatro Metropólitan, de la Ciudad de México, actuación en la que deja de presentarse como solista y lo hace junto a la banda que la acompañaba hasta entonces, haciéndose llamar Natalia y la Fourquetina.
En el 2005 aparece en el mercado el álbum Casa, de Natalia y la Fourquetina, segundo disco de Lafourcade, del que se desprenden canciones como la que le da nombre a la producción, Ser humano, Cuarto encima y Piel canela. Al finalizar la gira de este disco, el 2 de junio de 2006, la agrupación anuncia su disolución, debido a que sus miembros deseaban emprender trabajos en solitario, por lo que Natalia retoma su calidad de solista y su nombre original. En este disco se incluyó, como bonus track, la canción Un pato, que Lafourcade grabó para ser incluida en la banda sonora de la película Temporada de Patos.
En 2007 aparece la tercera producción musical de Lafourcade, titulada Las Cuatro Estaciones del Amor, disco instrumental en el que da rienda suelta a su creatividad y capacidad artístico-musical, trabajo para el que realizó esfuerzos conjuntos con la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz. Este álbum consta de cuatro pistas musicales, tituladas: Verano, Otoño, Invierno y Primavera, respectivamente, en los que, según la joven compositora, se reflejan los distintos estados de ánimo del ser humano en cada etapa del amor.
En 2008 participa como artista invitada en el disco Julieta Venegas Unplugged, en el que tocó varios instrumentos como el banjo, vibráfono, guitarra, entre otros, además de formar parte de los coros.
El cuarto álbum de Natalia Lafourcade sale al mercado en mayo de 2009 bajo el nombre de Hu Hu Hu (una expresión de alegría). Su disquera, Sony Music, decide utilizar como punta de lanza de este trabajo la canción Ella es bonita, que Lafourcade canta a dúo con Julieta Venegas, contraviniendo el deseo de Natalia de hacerlo con Azul, por lo que ambas canciones sonaron en simultáneo.
El quinto y más reciente trabajo de Natalia es dado a conocer el 18 de septiembre de 2012, llamado Mujer Divina, un disco doble, homenaje a Agustín Lara, en el que Lafourcade está acompañada de algunos artistas amigos como Miguel Bosé, Gilberto Gil, Emanuel del Real (Café Tacvba), el grupo DLD, Jorge Drexler y Kevin Johansen, con quien interpreta la canción Fugitiva, primer sencillo de esta producción, lanzado en descarga digital. Este álbum cuenta además con un DVD grabado en los foros de su compañía disquera.
Desde 2009 a la fecha Lafourcade ha colaborado con varios cantantes y grupos, grabando y produciendo canciones y discos para artistas como Carla Morrison, El canto del loco, Los Daniels. Por su trabajo como productora del álbum Mientras tú duermes de Carla Morrison, recibió el premio a Mejor Nuevo Productor, en los Premios IMA’s, en 2010.
Natalia Lafourcade es una de las más creativas y originales cantantes de habla hispana de los últimos años y, a la vista de su trayectoria y juventud, se puede adivinar que en los próximos seguiremos teniendo discos multifacéticos, en los que esta brillante cantautora, compositora y productora mexicana nos sorprenderá con su estilo y fusiones rítmicas, que hoy se están convirtiendo en tendencia musical.
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Natalia es para mí una artista completa, no sólo por su capacidad musical a la hora de componer y arreglar canciones, sino como intérprete, faceta por la que transita con naturalidad y profunda sensibilidad.
Ahora dejo para ustedes En el 2000, aquella canción con la que dio inicio mi deambular (desde una aburrida mañana de sábado de 2003 hasta hoy, día en el que Natalia Lafourcade ofrece el primero de dos conciertos, en Caracas, de su actual gira: Mujer Divina) por la música de esta talentosa cantautora mexicana.
Como siempre excelente reseña, magnifica la canción, honestamente no la conocía. Y aprovechando que Natalia está por estos lados cantando a Agustín Lara, muy acertada la elección de esta canción y esta cantante de gran sensibilidad para el blog. Saludos
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